Fotos CC Maceda
Flamante campeón de España de ciclocross junior, Iván Feijoo acudía a Fiuggi (Italia) con muchas ganas y deseando repetir las prestaciones que le llevaron al rojigualda hace apenas una semana en Valencia y a finales del año pasado en Namur, donde realizó una de sus mejores prestaciones a nivel internacional. Sin embargo, su ´rentrée´ a la Copa del Mundo no fue del todo satisfactorio, con el hielo convirtiendo el trazado en una pista de patinaje y dejando al macedano desde casi el principio sin opciones de top ten:
«Un circuito muy técnico, que se hizo aún más complicado con el hielo a las diez de la mañana. Hice una buena salida, pasando por el primer box sobre el séptimo puesto. Pero en una curva me fui al suelo y salí ya malparado para el resto de la carrera. A partir de ahí fue ir cogiendo el tacto para circular sobre el hielo y aprendiendo», relata Feijoo.
Y eso que nuestro protagonista partía nada menos que en primera línea de parrilla de salida. Ese resbalón lo dejó último y luego fue más tratar de mantenerse en pie que remontar. De todas maneras, el gallego es optimista y puntualiza que «he tenido buenas sensaciones de cara a las dos última pruebas de la temporada».
Este próximo domingo será la última prueba puntuable de la Copa del Mundo en la localidad neerlandesa de Hoogerheide, donde el ciclocrossista de Academia Postal-Actyon-MMR se encontrará un circuito distinto al italiano y que servirá para poner a punto su estado físico de cara al mundial de Luxemburgo del 29 de enero.