
Una vivencia que sirve de motivación para muchas de nosotras.
Esther Murillo Rubio, “la espartana” que se atreve con todo: Madrid-Lisboa
Por Esther Murillo.
Introducción: Meme.
Fotos: Equipo Bike Arena y Organización Powerade MTB Non Stop Series.
Aprovechando el concurso que ahora tenemos en vigor de un equipo femenino para participar en la Powerade MTB Non Stop Series BARCELONA-SAN SEBASTIAN y buscando en mi “baúl de los recuerdos” particular y entre esas historias que se quedan sin contar por falta de espacio, de tiempo o de ambas cosas, esta semana he encontrado la ocasión ideal para publicar la experiencia de Esther Murillo, a la que además aprecio y admiro.
Esther es una de esas “guerreras” que cuando se sube en una bicicleta se transforma. En ella se aúnan todo lo que un ciclista desea: una cabeza capaz de superar cualquier reto, y una forma física espectacular que ella sabe explotar agradecida de su genética de deportista.
La conozco desde hace casi una década, y no he visto reto que se le resista. Y como no, la Powerade Mtb Non Stop Madrid-Lisboa tampoco la hizo pequeñita: participó en la primera edición del 2013, y en la del pasado año 2014 formando equipo mixto, y aportando su granito de arena para que su equipo venciera en ambas ediciones.
Con este “palmarés” en esta prueba que en Planet Mtb apoyamos desde el inicio, ya tocaba hablar de ella. Si formar un equipo totalmente femenino es todo un reto, asumir la responsabilidad femenina en un equipo mixto no se queda atrás, ya que se requiere a una chica muy preparada físicamente, pero sobre todo mentalmente, capaz de rodar en solitario de día y de noche, manejar el gps y de superar cualquier contratiempo que pueda surgir mecánico o de otra índole. Todo esto rodando en solitario, y con la presión que supone llegar al punto de relevos con garantías para que su equipo pueda optar a una buena posición: luchaban por ser campeones.
Pero como también tiene su lado humano, aquí tenéis su historia en clave personal, su experiencia en el año 2013, cuando nació la prueba y pocas fueron las valientes que se animaron entonces. Aún no doy crédito a su valentía, ya que en esta prueba fue la primera vez que manejo el gps.
LA PREGUNTA
El problema de conocer a Meme es que te mete en estos líos: escribir sobre mi paso por la 1º edición Madrid –Lisboa.
Que contar… Empezaré por un día cenando en casa de mi amigo Jesús. La pregunta de la noche:
Esther, ¿Qué te parece hacer Madrid – Lisboa en un fin de semana?
A lo que yo respondí, ¡Mola!! Pero estáis locos, mucho para mí.
Ahí quedo todo.
La siguiente noticia que tuve sobre aquella barbaridad fue un día que mi móvil no tenia buena cobertura, pero la suficiente para que llegara un whatsapp, que solo decía: “Esther, Angelito se ha lesionado, ¿conoces a alguien que quiera hacer la Madrid- Lisboa? ;)”. Hasta el guiño estaba tranquila, una vez que vi el guiño empecé a ponerme nerviosa, ¿eso significaba que contaban conmigo?
Esa misma noche ya en la civilización pude hablar con Sergio, intente hacerles entender que en 3 semanas no me daba tiempo a estar en forma, pero les dio igual, y a mí también. Me encantaba la idea, pero… ¡Alerta! No tengo GPS y nunca lo he utilizado. Una llamada y Sergio ya tenía preparado el GPS y unas palabras tranquilizadoras “no te preocupes, es muy fácil de usar, yo te enseño”. Al día siguiente cambiaron la inscripción de equipo masculino para hacerlo en equipo mixto. Javier, Sergio, Bienve y yo.
El equipo estaba organizado, no había mucho que preparar, pero aún así, quedamos en la sala de reuniones (el MacDonald´s) para repartirnos los preparativos y las etapas, yo salía en 3º lugar.
Ya estaba cerrado, no había vuelta atrás.
TODO PREPARADO
Y llegó el día, ya nerviosa, me levante temprano, cogí mis cosas y nos sentamos en el briefing. Según hablaban el hormigueo corría en el estomago, pero aún no me tocaba, así que respiré hondo e intenté animar a Javi, que salía en primer lugar.
Javier comenzó la etapa de LAS ROZAS DE MADRID – ROBLEDO DE CHAVELA, como buen competidor salió con el grupo de cabeza e intentó seguirlo todo lo que pudo, lo que hizo que llegara a Robledo de Chavela mucho antes de lo que pensábamos.
Mientras le esperábamos, Sergio me dio su clase magistral en GPS, no he dado más vueltas a lo tonto en mi vida. Ese aparato estaba endemoniado, menudo lío.
ROBLEDO DE CHAVELA – BURGOHONDO, Sergio que ya estaba preparadísimo, en cuanto llegó Javier salió sin mirar atrás. Y pensé, “Ya me toca a mí”.
ME TOCA: ¡QUÉ NERVIOS!
BURGOHONDO – NAVALPERAL DE TORMES. Y llegó el momento. Luis, el gran Luis, (nuestro apoyo y ayuda) me ayudó a preparar la bici y las luces. Puse “el endemoniado” en el manillar y me fui a la zona donde realizábamos los cambios. Allí esperando, empezaron los nervios de verdad, pero llegó Sergio y no me dio tiempo a pensarlo más.
Salí cauta, ya que mi experiencia con el GPS era de unos minutos y no quería equivocarme de camino. Enseguida encontré el camino, aunque mejor hubiera sido equivocarme, un sendero estrecho, empinado y con piedras me esperaba. Pensé… ¡Me encanta!
Los senderos se convirtieron en carreteras y puerto, algo que a mí, no se me da nada bien, pero después del puerto siempre viene la bajada y esta sí que era para mí. La gente me adelantaba, una vez y otra, eso solo podía significar que se perdían y yo no, me sentí bien, al fin al cabo no era tan torpe con el GPS.
Poco a poco se fue echando la noche, pero con los dos cañones de luz que llevaba en el manillar fue fácil seguir el camino. Miré el GPS y deduje que quedaban pocos, muy pocos kilómetros, y así era, una bajadita divertida en la oscuridad y allí estaba Navalperal de Tormes. Entre en la zona de cambio igual que si terminara la carrera, todo el mundo animando y sorprendido porque era una chica la que llegaba. Mis compañeros y Luis ya me esperaban con comida en la mano, ¡ siempre bien cuidada!. Y le pase el relevo a Bienve.
PROBLEMAS MÉCANICOS
NAVALPERAL DE TORMES – NAVACONCEJO, Bienve salió sin pensar, que valiente pensé, ¡toda la ruta de noche!.
NAVACONCEJO – CAÑAVERAL, no tardó mucho en llegar Bienve y eso que se paró a ayudar a un chico que reventó. Era el turno de Javi, su objetivo era hacer grupeta para ir juntos por la noche. Me encantó la idea.
Entre tanto, cambiamos de pueblo en la caravana, bajamos mi bici para montarla detrás, era pesada, y tanto, la rueda iba frenada. Descubrimos que había perdido un tornillo del freno. Miramos en la caja de herramientas y nada que pudiera funcionar. Era de madrugada, pero yo no era la única que estaba revisando la bici, nuestro vecino de caravana se acerco y busco arandelas, tornillos y piezas, al final entre él y Sergio consiguieron apañarlo para que pudiera salir por la mañana.
CAÑAVERAL – ALCANTARA, Sergio se preparó y como yo no puedo estar quieta, le acompañe, esperamos y esperamos. Javi tardaba pero la preocupación disminuía ya que todos los equipos estaban igual. De repente apareció un grupo de varios corredores y allí estaba. Según pasaban las etapas nos dábamos cuenta que la convivencia no era solo con tu equipo, sino con todos los demás.
ME TOCABA DE NUEVO
ALCANTARA – CEDILLO, Me tocaba, pero no sin antes desayunar, calculando para estar preparada a la hora correcta, pues no, me pilló el toro. Sergio llegó a la caravana buscándome, no estaba preparada. Terminé de ponerme el casco y los guantes y salí a toda prisa, intentado recuperar el tiempo perdido, pero no sabía lo que me esperaba. Esta etapa fue la etapa más calurosa. Me bebí el Camelbak, y casi todo el bote. Pensando donde coger agua encontré un lugareño con sus ovejas, en mitad del monte, me pare y sin pizca de vergüenza le pedí que me llenara el bote. Muy amable me dio toda el agua que le quedaba, ya que él ya se iba “pal pueblo”. Esto lo repetí en cada pueblo, llenando el Camelbak y bote.
Así fue como conseguí sobrevivir a la ola de calor. Cuando quedaban 8 km, empecé a encontrarme a gente tirada literalmente en el suelo, les preguntaba y me decían que siguiera, que necesitaban descansar. Hubo un chico que me pidió agua, yo llevaba de sobra, le di y me pidió permiso para ir conmigo, me encantó la idea, ya que fui sola todo el camino, por fin algo de compañía. Juntos fuimos acortando kilómetros hasta llegar a Cedillo.
ETAPA A ETAPA…
CEDILLO – PONTE DE SORT, Bienve cogió el relevo, el si estaba preparado cuando yo llegué. Hizo el recorrido sin problemas.
PONT DE SORT – CORUCHE, era el turno de Javier, la suerte estaba de nuestro lado, ni una avería, todo bien.
CORUCHE – LISBOA, la ruta más larga, que duro, toda la noche, pero eso no era nada para Sergio. Los demás nos fuimos de camino a Lisboa, tras unas cuantas vueltas encontramos el parking y todos emocionados preparamos nuestras bicis para entrar con Sergio. Todos juntos, como el gran equipo que éramos. No tardó en llegar, cumplió el horario y le acompañamos hasta meta, una vez allí, la alegría era mas y mas grande. Nos sentíamos superhombres/mujeres.
La Madrid – Lisboa es una prueba en la que interviene muchos factores, nivel físico, orientación, mecánica, compañerismo, y eso es lo bonito. ¡Anímate! Yo, ya soy adicta.
SU EQUIPO ¿QUÉ PIENSAN DE ELLA?
Hata aquí su emocionante participación. Pero, ¿que opinan sus compañeros de aventura de Esther? ¿Cómo vivieron ellos su participación en equipo mixto? Vamos a saberlo.
Su equipo: dorsal 432, nombre BIKE ARENA
Miembros: A BIENVENIDO MESA CUBERO / B SERGIO MARTIN SAEZ / C ESTHER MURILLO RUBIO / D FRANCISCO JAVIER HERNANDEZ ALONSO / ASISTENCIA Luis Martín Cañeque
JAVI: “LECCIÓN DE PODERÍO”
“La verdad, no se como empezar y describir la hazaña lograda por nuestra biker Esther Murillo. Todo empieza un viernes en las Rozas camino a Lisboa. Hablamos de la Madrid-Lisboa. Una prueba non-stop considerada la más dura del mundo. Nuestra biker Esther, forma parte del equipo Bike Arena. Ella y sus tres compañeros, componen el equipo Mixto en esta espectacular prueba. Esther hace los relevo 3 y 7.Por desgracia, para los demás participantes claro, Esther hace los dos tramos con más desnivel acumulado de la prueba. En el primer tramo, demuestra su gran condición como biker y nos da a todos una gran lección de poderío, llegando al relevo mucho antes de lo previsto.
Pero la gran exhibición llega en su segundo relevo. Una etapa durísima y con un calor tremendo. Con la fuerza mental y física que tiene, hace la etapa demostrando, porque es una de las mejores corredoras de MTB de Madrid. Gracias a su participación, Bike Arena se alza con el triunfo en la categoría Mixta.
Esther Murillo ha demostrado ser una grandísima biker y lo más importante, es lo buena compañera que ha sido en los momentos difíciles (que hemos tenido muchos). Esperamos poder repetir a su lado, otra gran experiencia como esta. ¡Gracias Esther!”
BIENVE: “ESPÍRITU DE SACRIFIO”
“Cuando se me pide que haga una pequeña crónica de nuestra vivencia en la primera edición de la Powerade ion4 Madrid-Lisboa MTB Non Stop, me viene al recuerdo cuando tuvimos los cuatro la primera reunión. Aquí se decidió sin mayor estudio y discusión, que Esther debería hacer las rutas que correspondieran durante el día, para así evitar que hiciera las de la noche.
Se cuadraron con esa premisa los relevos y cuando llego la realidad, le había tocado tal vez, las dos etapas mas duras: una por desnivel y a otra por temperatura y desnivel. No solo cumplió con su cometido sino que incluso ayudo algún que otro participante.
No quiero extenderme en lo deportivo, ya que es de sobra conocido por todos su espíritu de sacrificio y competitividad. Pero sí, quiero resaltar sobre todo su lado humano. No es fácil la convivencia durante tres días en una autocaravana, con cuatro personas más. Sin embargo ella lo hizo fácil, sin un mal gesto, siempre de acuerdo se tomase la decisión que fuese y con una sonrisa y un saber estar digno de alabar. Volveré a repetir con este equipo, cuantas vivencias quieran.”
EL BULE: “LA PIEZA MÁS IMPORTANTE DEL EQUIPO”
“Que complicado y que fácil a la vez. Yo personalmente ya había compartido muchas pedaladas con Esther, pero nunca en competición por equipos. Sabía de su fuerza, su sacrificio, su competitividad y deportividad, pero iba a ser la primera vez que iba a compartir todo esto con ella.
Y para variar, volvió a superar todas mis expectativas, no sólo fue una mas del equipo, sino que además fue la pieza más importante de este, por su forma de enfrentar cada una de las etapas y por su actitud durante el resto de la prueba.
Esther es muy muy grande como deportista pero mucho más grande como persona; aunque sigo compartiendo pedaladas con Esther estoy deseando poder volver a repetir experiencia. ¡Gracias Esther!”
Si quieres leer otras experiencias de chicas, pincha aquí:
http://planetmtb.es/mtb/cuatro-locas-y-un-destino/
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