Fotos Marga García Revilla y Borja Bergareche

El Grupo Deportivo Bobruc Oil tuvo un fin de semana ciclocrossista marcado por la participación de Borja Bergareche en los Mundiales para máster en Mol (Bélgica). El vigente subcampeón de Europa llegaba al día más importante de la temporada con mucha ilusión, a pesar de no haber llevado una preparación 100% óptima por temas laborales. Sin embargo, las ganas y la ambición deportiva del bilbaíno debían ser un plus para poder acceder al maillot arco iris o, al menos, pisar el podio.

No pudo ser a pesar de pelearlo al máximo y desde del mismo pistoletazo de salida se puso primero. Sin embargo, el británico Dave McMullen pronto se postuló como el más fuerte y nuestro protagonista tuvo que pugnar por las otras dos preseas ante el polaco Banasiski y el galo Grange. “He salido como siempre, con el inglés a rueda que me ha pasado antes de terminar la primera vuelta corriendo en la arena, y se nos ha ido muy fácil. Andaba mucho y nos habrá sacado un minuto –narra Borja-. He ido con un francés y un polaco pegándonos hasta el final. Íbamos los tres fundidos, vigilándonos y yo cuarto para ganarles al sprint. Pero en la arena a pie yo perdía y en el último banco de arena no me ha salido rápido la zapatilla y he cedido unos metros. Ambos se me han ido y me habrán sacado unos 10”. Fueron mirando los dos atrás todo el rato”.

Borja Bergareche Alalpardo

Al final, cinco exiguos segundos le alejaron del ansiado podio: “Fue una pena porque tenía la plata conmigo y como muy mal el bronce. Pero es lo que hay, aceptando con deportividad el resultado. Sólo con poder competir a este nivel ya es un lujo y estoy orgulloso. Lo he dado todo, aunque muy decepcionado conmigo mismo. Pensaba de verdad que podía ganar o como mínimo hacer podio y no ha sido así. Estoy tranquilo y seguiré con la misma ilusión. Y más porque mis hijos vinieron a verme por primera vez”. Una lástima, porque las fuerzas que quizá le pudieron faltar se las dejó el día anterior tras un viaje de ida que se convirtió en una odisea, en forma de maletas y bicis perdidas y sin poder recibirlas hasta bien entrada la noche del día anterior a la prueba.

Sin solución de continuidad tocaba volver al calendario doméstico, con Borja llegando a tiempo para la carrera de Alalpardo en la Copa de Madrid y Fran Fernández buscando mejor suerte en máster 30 con respecto a las anteriores carreras. El equipo registró la ausencia de José Simaes, recuperándose aún de los dolores causados en una pierna tras irse al suelo hace unos días mientras entrenaba, y la de Antonio Curto, que tiene previsto reaparecer estos próximos días acorde al plan de preparación específico diseñado en su agenda.

Francisco Fernández acabó 17º en la manga máster 30, a 4:04 del vencedor, el argandeño Alberto Sánchez. Resultado similar al de Boadilla del Monte, que no le acaba de convencer: «No tuve una buena salida -reconoce Fran- y he ido toda la mañana luchando sobre un circuito con demasiadas curvas. No quiero ser criticón pero se pasan tres pueblos poniendo tantas curvas y encima muy iguales, lentas de 180º que no te dejan pedalear. Sólo había una zona de asfalto donde se podía abrir gas, pero había que tener cuidado porque venías de cruzar un río con los tubulares mojados y podías resbalar».

Fran Fernández Tarjuelo

Sobre su carrera es franco: «Sobre este circuito tan técnico la verdad es que no me sentí nunca a gusto. Hay que agradecer el esfuerzo a los organizadores, pero esperemos que los próximos trazados sean un poco más exigentes y se marquen diferencias por la fuerza y no sólo por la técnica».

En la manga de los máster 60 Borja libró un nuevo duelo con el líder de la Copa, Juan Antonio González-Berenguer, en el que salió ganando su rival, a pesar de que el bilbaíno lideró la prueba en los dos primeros giros. Al final, terminó segundo a apenas medio minuto de Juan Antonio. En su reflexión sobre Alalpardo comenta que «a pesar de que el circuito tenía demasiadas curvas, para mi gusto no estaba nada mal. Me he encontrado bien, pero acusando la paliza del Campeonato del Mundo y del viaje, que ha sido superestresante por todo lo que nos ocurrió».

«Lo de las curvas más cerradas posibles se está poniendo de moda en Madrid -prosigue-. Yo sinceramente no pondría tantas. Luego, cuando sales a correr fuera no tiene nada que ver. Por lo demás, muy bien y, como siempre, se ve el trabajo y el cariño que han puesto, cosa que es de agradecer».

Borja Bergareche en Mol