Fotos Iván Pina

Si no ha sido la mejor temporada ciclocrossista para Asper en la última década pues poco le falta. Pero esta campaña invernal 2016-2017 no se les va a olvidar nunca a los máximos responsables de la entidad gipuzkoana. Aunar en un mismo ejercicio un doblete en el Campeonato de España elite, el oro en el sub 23 y encima un subcampeonato mundial en esta última categoría no está al alcance de mucha gente.

Lo del domingo acaecido en Bieles no tiene parangón en la historia de nuestro ciclocross moderno y Asper tiene el privilegio y el orgullo de ver como uno de sus patrocinados se colgaba la medalla de plata tras una carrera impecable, yendo de menos a más y realizando un final de carrera que lo firmaríamos todos con los ojos cerrados. «Salí poniendo mi marcha, sin atufarme, hasta media carrera –comentaba a PlanetMTB horas después de su gesta Orts. Fue en el ecuador de la prueba cuando nos alarmamos viendo que ocupaba el séptimo puesto, que el oro ya tenía dueño y que el resto de medallas parecían lejos.

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Pero a partir de ese momento fue como coronar un puerto de pendientes imposibles y lanzarse cuesta abajo, sin mirar atrás y poniendo toda la carne en el asador. Los de delante mostraban debilidad o se iban al suelo y él, por contra, iba a más, «fui a echar el resto hasta meta». Una última vuelta inolvidable, con final feliz, y con el caballito como señal de identidad ante un público donde había más presencia de aficionados españoles que nunca: «Una vez que acabó la carrera poco ya que contar. Locura, con todos los españoles que había por ahí y un mar de felicitaciones desde España», concluye un Felipe que no se podía creer lo conseguido y cuya cara de felicidad en el podio junto con dos neerlandeses nos llenaba de orgullo a todos los que desde hace años anhelábamos vernos en esta coyuntura. ¡Chapeau y GRACIAS!

Esteban y Suárez, acribillados a pinchazos

Con el subidón de la plata del alicantino era el turno de los elites, con Ismael Esteban y Kevin Suárez buscando una gesta casi similar pero harto complicada ante ´monstruos´ de la especialidad como Van Aert o Van der Poel. Quien nos hizo soñar por momentos fue el de Torrelavega. La salida de Ismael no fue para nada buena, en un circuito donde el hielo no era ya el principal problema, pero donde la dificultad técnica seguía siendo exigente. Y eso le venía bien al cántabro, que empezó a remontar a diestro y siniestro llegando a meterse entre los quince primeros cuando se llegaba a la mitad de la prueba.

Encima, nos frotábamos los ojos cuando a falta de tres vueltas para el final le vimos pasar por meta ¡décimo! Increíble. Estaba superando la mejor posición de un español en los últimos 15 años, el 13º puesto del legendario David Seco en la edición de Monopoli en 2003. Y lo más fuerte era que había pinchado varias veces, pareciendo un yo-yo que subía y bajaba posiciones de forma constante. «Hacía lo que quería -relata Esteban. Era todo perfecto. Rodaba entre el 9º y el 12º puesto, pinchaba y los volvía a coger. Me ponía delante y volvía a pinchar». Ver para creer.

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Sin embargo, al contrario que con Orts, los tres últimos giros fueron una odisea, ya que bajó del 11º lugar al 14º y de ahí al 18º: «Volvía a pinchar todavía tres veces más, y ya en la última vuelta la tuve que dar entera pinchado, ya que nos quedamos sin repuesto en el box», detalla entre risas Ismael. Finalmente, un 27º puesto, a 7:03 de Wout Van Aert, que para nada era reflejo de la gran carrera del vigente campeón de España. Al menos, terminó «muy contento, porque demostré que se puede estar delante, además con fuerza para pelear cara a cara entre los diez primeros y no sólo llegar y punto. El año que viene, si conseguimos más apoyo, haremos mucho más y mucho mejor», concluye.

Si Ismael Esteban pudo pelearlo, Kevin Suárez no. Al igual que el de Torrelavega, el corraliego sufrió un trompazo inicial y una plaga de pinchazos, pero con el agravante de que no le permitieron coger el ritmo en ningún momento ni plantearse una verdadera remontada: «Tenía muchas ganas y llegaba bastante bien a Bieles. Pero de salida se me ha cruzado el día -explica Kevin. Me han tirado y me han partido la rueda. He podido ir montado hasta el control, incluso pasando gente. Sintiéndome bien al fin y al cabo. He empezado a remontar, ganando posiciones hasta la cuarta vuelta, más o menos. Pero luego ha comenzado mi odisea, con tres pinchazos seguidos, encima uno de ellos nada más pasar el box», prosigue.

“Eso ya me ha eliminado de carrera totalmente, pero es lo que hay y ahora toca descansar. Me da rabia porque pienso que estaba bien, para hacer un buen Campeonato del Mundo», dice Suárez, resignado en una temporada donde no tuvo muchas alegrías. Y termina dándole «la enhorabuena al gran Felipe. Olé lo que ha hecho porque una medalla de plata es algo muy grande“.

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