El madrileño concluyó 17º en uno de los templos del descenso mundial
Escocia está acogiendo estas fechas los Campeonatos del Mundo de ciclismo de forma multidisciplinar, y el descenso (DH) es una de las primeras especialidades en liza, con Fort William siendo testigo con un trazado que este todo un clásico. Daniel Castellanos acudía con moral y muchas ganas tras llevar una magnífica temporada, coronada con el título de campeón de España renovado a mediados de Julio en Panticosa.
Recorrido de 2.820 metros en el que madrileño debía emplearse a fondo y buscar la perfección para lograr un resultado que le diera opciones de meterse entre los mejores. “Estoy muy contento de toda la experiencia y todo lo que he aprendido desde el martes, cuando inspeccioné el circuito a pie. Vi que iba a ser muy físico, con mucha variedad de piedras, tierra, terreno desigual con bosque y muchas curvas y piedras, combinando zonas rápidas con lentas y técnicas… circuito supercompleto y uno de los más míticos del mundo”, detalla Dani.
El miércoles ya tocó subirse a la bici y probar el terreno: “Me sentí muy bien en la GT entrenando y adaptándome cada vez mejor a ella. Pude hacer 5 bajadas, sin abusar para evitar desgaste y dosificar”. Al día siguiente siguió probándose por la mañana y en la sesión vespertina afrontó con optimismo la calificación: “Estuve regular –reconoce-. Al principio fui bien, pero en el bosque cometí unos fallos, saliéndome de la trazada y casi de la pista, quedándome casi parado, perdiendo algo de tiempo, ritmo y flow”. El madrileño marcó un tiempo de 4:54, siendo 30º, pero “sabía que podía mejorar bastante de cara a la final”.
El día de la prueba, por la mañana, inspeccionó a fondo las zonas donde cometió errores, especialmente en el bosque, viendo trazadas y posibilidades. En la final demostró una mejor versión, tras salir de los últimos y mejorando en 12” su tiempo de la calificación (4:42), que le llevó a un notable 17º puesto. Así nos lo cuenta:
“Hice una muy buena bajada pero tuve un fallo arriba, que hizo que la rueda delantera se saliera del peralte, me quedara sin ritmo y casi parado, sin los pies en las calas y sentado en el sillín. Tuve que volver a ponerme de pie, poner bien las zapatillas y recuperar. Después mejoré –prosigue- intentando mantener la calma y la cabeza, llegando abajo con mejor tiempo que en la calificación. De todas maneras, creo que ese fallo me quitó ese 3-4 segundos que me impidieron meterme en el top”.
Ahora toca descansar y trabajar duro para llegar a finales de Agosto en forma para retomar la Copa del Mundo en Andorra con más ganas que nunca.
Fotos RFEC