Fotos: Red Bull, José Arellano, Eva Castro, Planet Mtb

Diversión Holy Bike

Un año más, la Holy Bike colgó el aforo completo a los pocos días de abrir inscripciones. Si todavía no entiendes el por qué, es mejor que lo descubras por ti mismo, porque cada uno de los que participamos en ella tenemos una vivencia y un recuerdo memorable de lo divertido que puede ser un fin de semana lleno de bici entre amigos.

Victor Esplugas

Competitor Competitor   Competitors

Sol y lluvia

Por envidia de un evento tan completo, ni el sol, la lluvia e incluso el granizo quiso perdérselo. De reojo llegamos el viernes mirando al cielo, porque como muchos de vosotros nos habíamos pasado la semana observando los distintos partes meteorológicos en busca de una previsión favorable. Pero la tormenta con lluvia y granizo estaba decidida a ser protagonista en la Holy Bike en La Pinilla Bike Park.

Competitors

El sábado por la mañana tuvieron lugar los entrenamientos bajo un marco sencillamente incomparable: terreno con un grip especial, temperatura ideal y un ambiente brutal. A la hora de comer se materializó el tormentón de lluvia y granizo que durante casi tres horas nos arrojó contra las cuerdas, teniendo que suspender una de las dos bajadas cronometradas previstas para la tarde sabatina. La sacrificada fue la Cresta, dejando paso a la competición por parejas Holy Bike más el bosque de Adas que comenzó a las 18 horas para los más de 500 participantes reunidos. A pesar de la lluvia caída el terreno no estaba especialmente embarrado, dejando paso al final de la tarde a un circuito casi en perfectas condiciones.

Día y noche

Finalizadas las mangas de competición llegaba el turno de la bajada nocturna, una iniciativa que reunió a más de 150 participantes preparados con focos y con muchas ganas de diversión. Tras la puesta de sol, la pista Holy Bike nos brindó una estampa muy particular vista desde la base del telesilla en forma de hilera de luces conformando un enorme “gusiluz” de centenares de metros. Tras la diversión de la bajada llegó el turno de completar la jornada con una deliciosa barbacoa con refrescos y cervezas incluidas, animados por el DJ sobre el vehículo Red Bull y cómo no, vídeos espectaculares proyectados sobre una enorme pantalla.

Barro y seco

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Aunque mucho barro en general no encontramos tras el chaparrón sabatino, sí es cierto que había algunas zonas más localizadas en la Holy Bike donde la bici se estancaba un poco y podía resbalar también. La composición del terreno fue más bien de gran calidad durante todo el fin de semana en La Pinilla Bike Park, encontrando por tanto algunas zonas más secas e incluso sueltas. Todo en uno para disfrutar de las habilidades de cada piloto.

Formato divertido y exigente

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Entrando ya en materia de acción el fin de semana fue de lo más divertido, completo, exigente, con aciertos y errores que continúan haciendo que la chispa-nervios de la competición siga fluyendo por mis venas. Hacía varios años que no participaba en esta prueba, de hecho creo que estuve en la primera edición sin ser Red Bull. La combinación de circuitos fue muy acertada con un poco de características técnicas en cada uno de ellos, lástima que el más pedregoso y con línea de trazada quedara fuera de juego a consecuencia de la lluvia. La forma física y la técnica tienen que ir de la mano en esta competición, que además se ve incrementada con la tensión del formato Avalancha y donde el saber estar codo a codo con los compañeros es muy importante. A nivel personal acabé muy contento a pesar de la caída sufrida en la bajada número 2, donde me vi literalmente sin bici al pisar una madera sin alambre en una curva. El arrastrón tan solo me dejó rasguños varios y eso sí 40 segundos de retraso en mi crono personal. Afortunadamente la bajada del sábado 20º y la avalancha del domingo 14º me dejaron un gran recuerdo de mi época competitiva en categoría absoluta en una realidad actual de Master.

 Winners / Ferran Jorba, Iago Garay, Toni Ferreiro, Rae Morrison, Marketa Michalkova and Maria Calleja

Vivencia Avalancha por Víctor Merino:

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Llevábamos en la Pinilla desde el Sábado por la mañana disfrutando del Red Bull Holy Bike rodeado de grandes amig@s y se aproximaba el momento cumbre del evento: la famosa avalancha.

Tras perder la pista de mis amig@s después de realizar la bajada del tramo C debido a nuestros distintos horarios de salida, ponía rumbo a la salida de la avalancha junto a Chus y los hermanos Alonso.

Tras realizar el “enlace” desde el final del telesilla hasta la salida de la avalancha nos colocábamos en función del resultado obtenido tras el tramo “A” del sábado por la tarde. Creo a título personal que la posición de salida en la avalancha debería ser la suma de los tres tramos cronometrados (aunque este año solo se disputaran dos por razones meteorológicas) y no la suma de los dos del sábado, ya que el tramo C tiene bastante componente físico y puede influir bastante en la posición de salida de la avalancha.

Competitors

Después de esperar a que llegaran todos los corredores, la organización comentaba por megafonía que las salidas serían cada 150 corredores sin indicar el intervalo que iba a haber entre cajón y cajón de salida. Yo pregunté a un miembro de la organización cuál sería el intervalo entre tandas y me respondió que aprox. 5 minutos entre corredores para que no hubiera tapones y el polvo producido por los corredores de delante desapareciera (una decisión ideal).

Nervios, despistes y listillos

Aquí hubo un pequeño lapsus por parte de la organización ya que no anunciaban por megafonía cuál iba a ser el tiempo entre cajones y solo los corredores de mi alrededor se enteraban de los 5 minutos entre salida y salida.

Tomaban la salida los 150 primeros corredores y avanzábamos hasta la posición de salida los restantes. En principio solo íbamos a salir otros 150 al pasar 5 minutos, pero de repente y como por arte de magia al levantarse un poco la cinta por culpa de una ráfaga de viento alguien decidía que era el momento de bajar y cientos de corredores comenzaron a seguirle. Entre los gritos de la organización y los de algunos corredores conseguíamos que todo volviese a su “lugar” y retornáramos a nuestros cajones de salida.

Aquí vino la falta de respeto por parte de algunos corredores. De repente veía corredores que deberían estar en cajón de salida 30 colocarse en primera fila de salida correspondiente a un cajón 15, o corredores con cajón de salida 37 colocarse detrás mío justo en el cajón 18, algo para mi inexplicable.

Finalmente la organización decidía que los 400 y muchos corredores restantes tomáramos la salida todos juntos, algo que creo no fue muy acertado ya que en la parte final de la avalancha el tapón producido fue de escándalo.

A pedalear y entrenar

Yo aproveché mi posición de salida en el segundo cajón de la segunda tanda para hacer los deberes en la zona de pedaleo y antes de entrar en la zona del bosque colocarme en un grupo con un ritmo de bajada acorde a mis posibilidades físicas/técnicas, para poder realizar una bajada fluida y sin ningún tipo de tapón ni peligro.

Para mí la avalancha fue como el resto de bajadas del fin de semana muy muy divertida, con una salida muy limpia y emocionante que terminaría en la parte final de la estación con una posición acorde a mi ritmo de carrera del finde.

Quiero poner mi punto de opinión personal a lo vivido en esta y otras avalanchas:

A mí también me gustaría estar en el cajón 2 de salida junto a Iago Garay, Toni Ferreiro, los hermanos Jorba, Iván Oulego… etc. Pero… ¿de qué me serviría?

Si mi tiempo de clasificación no es el acorde con el de estos grandes deportistas lo único que haría en un cajón de salida superior a mi nivel es entorpecer al resto de corredores y ocasionar tapones, creo que los corredores que TODOS los años deciden adelantar posiciones en la salida de las Avalanchas deberían replantearse su ética deportiva.

Con esto quiero dejar claro que al nivel en el que nos movemos todos los aficionados amateur, este tipo de pruebas tienen un objetivo común que es pasarlo bien entre amigos, pero si por culpa de este tipo de corredores con falta de ética se producen tapones y paradas innecesarias nuestro componente de felicidad irá decreciendo, ya que algo como una avalancha que puede ser muy divertida se puede convertir en un auténtico atasco aburrido y peligroso.

Red Bull Holy Bike ha sido una experiencia digna de recordar otro año más, con un ambiente y buen rollo que cada año va en aumento entre todos los asistentes.

Agradecer a todo el público y gente local los ánimos e involucración con la prueba y cómo no a la gente de Laetus por seguir organizando pruebas como esta.

¡¡Nos vemos el año que viene!!

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