Valeriano Carrera, segundo en el Ciclocross de Viveiro

Fotos Luz María Iglesias y Guy Dagot-Sud Gironde Cyclisme

El domingo se disputó en Viveiro (Lugo) la tercera prueba puntuable de la Copa de Galicia de ciclocross, volviendo los azules de Spol-Abanca a la competición tras el parón de la Copa de España de Karrantza. El peso de los porriñeses lo llevaron los eternos Javier Lago y Valeriano Carrera, ya que no fueron de la partida Francisco J. Iglesias ni Chus Barros. Asimismo, Manuel Barciela no pudo acudir a la cita lucense al estar convaleciente de una gripe.

Lo más destacado fue el segundo puesto logrado por Valeriano Carrera en la categoría de máster 60. Sólo se vio superado por el vigente campeón de España, el asturiano Juan Carlos López Reguero, con el que cedió casi tres minutos en meta. Pero aclara «Leri» que «rodé en quinto lugar casi toda la carrera –con los 50-, pero dos pinchazos me supuso perder posiciones. De todas maneras fue un buen día para correr ciclocross, con un circuito rápido y resbalizado, más un tramo de arena y escaleras. Muy bonito y divertido».

Por su parte, en máster 40 Javier Lago terminó 20º, a 3:57 del vencedor, todo un clásico del ciclocross gallego como es Manuel Armada. Quizá anduvo un poco por debajo de lo esperado: «Me tuve que dar un madrugón para viajar a Viveiro. Ya en carrera me encontré un circuito muy resbaladizo pero divertido, aunque me encontré un poco cansado durante la prueba. Las dos primeras vueltas fueron asfixiantes, tocándome recuperar un poco y apretar otra vez al final» -comenta Javi. «Acabé reventado, así que a seguir entrenando».

Doble cita gala para Rubén Valverde

El ´Bala Galaico´ prosigue sus aventuras y desventuras por tierras del sur francés. El trabajo no le deja mucho tiempo, pero el ciclocross lo lleva en la sangre y este reciente fin de semana finiquitado se marcó un doblete a la antigua usanza. El viernes 11 de noviembre disputó en tierras de Aquitania la prueba de Casteljaloux. Ese día es festivo allí, ya que se conmemora el fin de la Primera Guerra Mundial. Rubén corrió con los elites de nuevo clasificándose 27º, en una manga donde se impuso el dominador de la temporada, Audric Pasquet.

«Me encontré allí un circuito mayoritoriamente arenoso» -explica-, además de ser duro y rápido. Empecé bien, como siempre peleando en los últimos lugares y tratando de no perder comba. Ya en la segunda vuelta la espalda empezó a darme mucha guerra, obligando a bajar el ritmo y sufriendo para acabar la carrera. Logré el objetivo de terminar e incluso eludir el farolillo rojo», aclara.

Dos días después, el domingo, tocaba competir en Montauban, en el calendario de Midi-Pyrenées, con unas prestaciones similares pero algo más descontento con el circuito que se encontró allí: «Más o menos me noté recuperado de los problemas de espalda. Calentando y viendo el circuito rompí un radio, encima en una bajada que al final acabaron eliminando por su peligrosidad -cuenta algo irritado. «¿Qué puedo decir del circuito? Poco o nada. De los peores que tengo visto, cuatro rectas, cuatro curvas, una bajada, un muro… muy pobre. Fue también la primera carrera con barro, acabé negro» -ríe-. «Esta vez no me molestó tanto la espalda. Lo que fallaron fueron las piernas. Ya llegarán días mejores». Puesto 22º para el gallego, en una prueba donde levantó los brazos Maxence Moncassin.

Este fin de semana doble cita con el calendario gallego, el sábado en O Rosal y el domingo en Marín.